martes, 21 de junio de 2011

Nos vamos a Rosario con el Amarillo...


AMARILLO

Intenso
Vivo
Camino Compartido
Libre y Original
En una misma Mirada
Con Sinceridad y Compromiso
Amando la experiencia del taller
Acogedor de un clima de misterio y compañía

Por Querer y Creer una formación sensible del lenguaje

…Porque cada uno vive su mundo interior y original,
y lo intensifica compartiéndolo en el grupo…

¡El arte es emotivo!


Somos un grupo de artistas que comienza a reunirse en el año 2004 en el taller de Alejandro Muiños. Pronto éste taller se empezó a llamar “Taller Amarillo” por la calidez de los encuentros compartidos. Pero somos principalmente un grupo unido por la misma pasión, por el mismo sentir. Hoy sabemos que lo que nos mantiene juntos sobrepasa las barreras de una formación compartida, y elegimos por esto mismo seguir intercambiando hallazgos y experiencias desde los distintos procesos individuales.

Nuestros trabajos son el resultado de una paciente y sincera búsqueda por alcanzar el misterio de lo expresivo. Se acentúa en nosotros el aspecto grupal como un elemento vital y esencial, buscando entrelazar el aspecto humano y espiritual para transformar el oficio en una mirada llena de vida.

Nos reúne la búsqueda de un arte verdadero, teniendo la convicción de que el arte es la expresión de la comunión del mundo espiritual y primordial, en el reencuentro del ser humano consigo mismo.

jueves, 21 de abril de 2011

Recogiendo los huesos...

"La gente se dedica a la meditación para descubrir su orientación psiquica. Por eso hace psicoterapia y psicoanálisis. Por eso analiza sus sueños y crea arte. Por eso algunas personas estudian las carats del tarot, se hacen el I Ching, bailan, tocan el tambor, se dedican al teatro, tratan de desentrañar el significado de la poesia y rezan oraciones. Por eso hacemos las cosas que hacemos. Lo hacemos para recoger los huesos. Despues tenemos que sentarnos junto al fuego y decidir qué canción utilizaremos para cantar sobre los huesos, que himno de la creación, que himno de la recreación elegiremos. Y las verdades que digamos constituirán la canción.
He aquí algunas buenas preguntas que podemos hacernos hasta que decidamos cuál va a ser la canción, nuestra verdadera canción. ¿Qué ha ocurrido con la voz de mi alma? ¿Cuáles son los huesos enterrados de mi vida? ¿Cuál es mi relación con el Yo instintivo? ¿Cuándo fue la última vez que corrí libremente? ¿Cómo conseguiré que la vida vuelva a cobrar vida? ¿A dónde se fue La Loba?" (de Mujeres que corren con los lobos-Clarissa Pinkola Estés)

lunes, 4 de abril de 2011

En cada día hay algo mágico...

Andar en bici de noche, bajo las estrellas; viajar en tren apoyada en la ventana, viendo cómo todo se mueve afuera; ponerle una melodía a lo que me acompaña, a lo que voy dejando atrás y a aquello que veo venir; cantar desde las entrañas mientras me transporto de acá para allá; sentir en la cara el viento del moverse, el sol de otoño acariciándome, las finas gotas de lluvia; mirar para arriba, el cielo en pedazos cual rompecabezas a través de las ramas de los árboles; hacer silencio y sentir eso que flota en el aire, ahí donde la gente se junta y comparte; no ir por la vereda; sentarme en ese cuadrado donde pega el rayo de sol que entra por la ventana y estar; reírme a carcajadas por esas pequeñas cosas, como si no hubiera nadie más; las gotas de sol que brillan en el pavimento de las calles arboladas.

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Yo no quiero crecer sola. Quiero estar rodeada de gente que dé esos pasos maravillosos de la vida al lado mío. O quizás unos pasos adelante, o atrás, pero juntos. No quiero individualidad. El aprendizaje es aún más maravilloso cuando es de varios, cuando en cada palabra encontrás una sonrisa que te confirma, o una cara que te hace dudar. Cuando a cada idea se dispara algo nuevo, y eso nunca queda ahí. Cuando las ganas del otro son contagiosas, y sus inquietudes nos encienden, nos hacen despertar.

Yo siento que hay magia en el compartir. Ahí donde la gente se junta y comparte hay algo en el aire, una atmósfera. Puedo percibirla; como si todo alrededor se callara y estuviera en función de ese intercambio, de las palabras, los gestos, las miradas que van y vienen. En cada rincón donde hay un grupo, hay esa magia. Ahí donde una charla, un mate, una pasión, una melodía, o simplemente un silencio unen.

Mis rincones más maravillosos son aquellos que comparto, esos donde encuentro seres mágicos que me acompañan, que dan sentido a todo. En ellos es dónde mas crezco, donde mas aprendo. Donde la fuerza de la unión da ese empuje, esas ganas de seguir y de luchar. Donde escuchar al otro transforma a uno mismo.

domingo, 3 de abril de 2011

Un "domingo suicida" me encontré con Vallejo

Los desgraciados

Ya va a venir el día; da
cuerda a tu brazo, búscate debajo
del colchón, vuelve a pararte
en tu cabeza, para andar derecho.

Ya va a venir el día, ponte el saco.
Ya va a venir el día; ten
fuerte en la mano a tu intestino grande, reflexiona
antes de meditar, pues es horrible
cuando le cae a uno la desgracia
y se le cae a uno a fondo el diente.

Necesitas comer, pero, me digo,
no tengas pena, que no es de pobres
la pena, el sollozar junto a su tumba;
remiéndate, recuerda,
confía en tu hilo blanco, fuma, pasa lista
a tu cadena y guárdala detrás de tu retrato.
Ya va a venir el día, ponte el alma.

Ya va a venir el día; pasan,
han abierto en el hotel un ojo,
azotándolo, dándole con un espejo tuyo...
¿Tiemblas? Es el estado remoto de la frente
y la nación reciente del estómago.
Roncan aún... ¡Qué universo se lleva este ronquido!
¡Cómo quedan tus poros, enjuiciándolo!
¡Con cuántos doses ¡ay! estás tan solo!
Ya va a venir el día, ponte el sueño.

Ya va a venir el día, repito
por el órgano oral de tu silencio
y urge tomar la izquierda con el hambre
y tomar la derecha con la sed; de todos modos,
abstente de ser pobre con los ricos,
atiza
tu frío, porque en él se integra mi calor, amada víctima.
Ya va a venir el día, ponte el cuerpo.

Ya va a venir el día;
la mañana, la mar, el meteoro, van
en pos de tu cansancio, con banderas,
y, por tu orgullo clásico, las hienas
cuentan sus pasos al compás del asno,
la panadera piensa en ti,
el carnicero piensa en ti, palpando
el hacha en que están presos
el acero y el hierro y el metal; jamás olvides
que durante la misa no hay amigos.
Ya va a venir el día, ponte el sol.

Ya viene el día; dobla
el aliento, triplica
tu bondad rencorosa y da codos al miedo, nexo y énfasis,
pues tú, como se observa en tu entrepierna y siendo
el malo ¡ay! inmortal,
has soñado esta noche que vivías
de nada y morías de todo...

De un prólogo a "Los Heraldos Negros":

“La gramática, como norma colectiva en poesía, carece de razón de ser. Cada poeta forja su gramática personal e intransferible, su sintaxis, su ortografía, su analogía, su prosodia, su semántica. Le basta no salir de los fueros básicos del idioma. El poeta puede hasta cambiar la estructura literal y fonética de una misma palabra, según los casos. Y eso, en vez de restringir el alcance social y universal de la poesía, como pudiera creerse, lo dilata al infinito. Cuanto mas personal (no digo individual sino personal) es la sensibilidad del artista, su obra es mas universal y colectiva.”

Chaplines para un amigo